Las charlas sobre sexualidad pueden resultar complicadas, sobre todo cuando se requiere dialogar con un/una adolescente, pues si no se proporciona una información correcta, él/la joven puede confundirse más, por lo que es importante hablar no solo de sexo y como se hace, sino también de temas como la prevención de enfermedades y la identidad sexual.
En cada etapa del desarrollo de una persona, la sexualidad se manifiesta de diferentes maneras. Al tener en cuenta esto, es preciso que se aclaren todas las dudas que surjan, pues mientras para algunas personas las respuestas son obvias, otras no lo ven de esta forma y ahí radica la importancia de la educación sexual.
La sexualidad en la adolescencia es el proceso en el cual él/la joven se desarrolla física y mentalmente, experimentando diferentes cambios físicos, los cuales van desde la menstruación y ensanchamiento de caderas en las mujeres, hasta el cambio de voz y la aparición del cartílago cricoides (manzana de Adán) en los hombres, mismos que conllevan al desarrollo de un pensamiento maduro, pero también incluyen el despertar sexual.
Cabe aclarar que la sexualidad no solo tiene que ver con el acto de reproducirse, pues también representa los deseos, sentimientos, preferencias, fantasías y emociones de las personas. Todo lo anterior apoya al desarrollo de una identidad sexual, la cual les va a permitir reconocerse y actuar como un ser sexual.
Todos los cambios que suelen tener los y las adolescentes durante esta etapa son un factor regular, pues son varias las transformaciones que se experimentan a nivel físico y mental, motivo por el que se debe recibir una buena educación sexual, pues sin esta no podrían explicarse o entenderse los cambios que orillan al deseo y los impulsos sexuales que dominan la parte racional, la cual aún no está del todo desarrollada.
Durante la adolescencia, es necesario exponer los diversos riesgos que se deben evitar mediante medidas preventivas, para que los y las jóvenes disfruten de una sexualidad plena:
• La sexualidad entra en la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de cada persona, por ello no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no ser que así se desee. Ni los padres ni las madres o el entorno deben presionar al adolescente.
• Desarrollo de habilidades sociales y autocontrol: Los impulsos sexuales dominan a los impulsos racionales durante la adolescencia, etapa en la que los y las adolescentes ya han desarrollado por completo sus órganos sexuales, pero aún no cuentan con el pensamiento de un adulto. De este modo, la educación debe proveer al adolescente de conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos.
• Informar: Es muy importante recalcar en él/la adolescente los riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección-embarazo precoz, Enfermedades de Transmisión Sexual, etcétera- así como de los beneficios que reporta el practicar sexo de forma segura.
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